El estallido del oro
En los últimos 20 años, el precio del oro se ha multiplicado casi diez veces: en el 2001, la onza se cotizaba en cerca de US$270; ahora, en US$2.200. Esto ha revolucionado las modalidades de extracción, su amplitud territorial y la intensidad de la mano de obra implicada.
Si antes del aumento explosivo del precio del oro la producción informal –en zonas permitidas, pero sin autorización ni cuidados– y la ilegal –en zonas con actividad minera prohibida– se concentraban en determinados territorios, ahora operan en múltiples regiones. Hay, por ejemplo, un dramático impacto de la minería ilegal en la Amazonía, entre las comunidades awajún del Cenepa (Ojo Público, 17/3/24). Si hasta hace unos años estaban separadas de las zonas de explotación de las empresas formales, ahora su cercanía es creciente y presionan sobre las concesiones de estos grandes productores (José de Echave, RPP, 18/3/2024).